Galel Cárdenas
Biografía
Nació en San Pedro Sula, Cortés, Honduras, C.A., en 1945, profesor del Departamento de Letras de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras por más de veinte años, se ha desempeñado en las cátedras de Literatura Universal, Hispanoamericana, Centroamericana y Hondureña, como así mismo en otras materias de nivel básico tales como Español General, Redacción y Ortografía. Fundador de la Maestría en Literatura Centroamericana.
Poeta, Narrador y Ensayista, el Dr. Cárdenas ha publicado Pasos de animal grande [Poesía, 1986], La sangre dio una sola vuelta [Cuento, 1992], Zona viva [Novela, 1993], Manual de teoría y práctica del análisis literario [Ensayo, 1998], Fiebre sin fin [Novela, 1999], Lengua y literatura en la enseñanza superior I, II y III [Ensayo, 2000], Estación Madura [Poesía, 2002], La Exótica Algalia y su Fabulario [Fábulas, 2003], Tiempo de frío [Cuentos, 2004], Redacción General [Ensayo, 2004], Fiebre sin fin [Novela, 2005], Prolegómenos a un estudio generacional de la literatura hondureña [Ensayo, 2005], De la oscuridad a las brasas [cuento, 2006], Poesía centroamericana de vanguardia [ensayo, 2007], Días de la palabra [poesía, 2007]
Ha obtenido el Premio Latinoamericano de Poesía Rubén Darío en Nicaragua [1986]; Premio Centroamericano de Poesía Juan Ramón Molina en Honduras [1988]; Premio de Poesía Universitaria Colombiana en Bogotá, 1977; Segundo Lugar de Poesía en Quetzaltenango, Guatemala, 1971; es miembro de número de la Academia hondureña de la Lengua.
DERROTA
A lo lejos
El horizonte
Sorbe los jinetes huidizos
Borrados por el polvo
Que persigue rostros dudosos.
Sobre el camino bifurcado
Por la premura y la desazón
Los cadáveres desangran la ruina
Que florece gigantesca.
Nadie osa emitir sonido alguno
Menos la palabra desolada
Y peor un saludo tímido.
Nadie vuelve hacia el sendero
Que oscuro se diluye
Entre el llanto y la impotencia.
Las banderas haraposas,
Desteñidas,
Ruedan hacia el abismo.
La noche, finalmente,
Borra de un solo tajo
La cabeza del general
Vencido por la inutilidad.
A lo lejos
El horizonte
Sorbe los jinetes huidizos
Borrados por el polvo
Que persigue rostros dudosos.
Sobre el camino bifurcado
Por la premura y la desazón
Los cadáveres desangran la ruina
Que florece gigantesca.
Nadie osa emitir sonido alguno
Menos la palabra desolada
Y peor un saludo tímido.
Nadie vuelve hacia el sendero
Que oscuro se diluye
Entre el llanto y la impotencia.
Las banderas haraposas,
Desteñidas,
Ruedan hacia el abismo.
La noche, finalmente,
Borra de un solo tajo
La cabeza del general
Vencido por la inutilidad.
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